La imagen corporativa incluye las buenas condiciones, cuidado y limpieza de los uniformes de trabajo, elementos claves para mejorar el aspecto frente al público. #uniformesquenoparecenuniformes Consejos prácticos para un cuidado básico. - Lavado, secado y planchado son las tres fases del cuidado básico de los uniformes, requieren especial atención en cada procedimiento. - No mezclar en los cestos de ropa diaria los uniformes ni lavar en la misma colada. - Dejar en remojo los uniformes de trabajo es una alternativa ideal para disminuir la suciedad, ayudando a reblandecer y eliminar suciedades incrustadas, agregando quitamanchas o productos directos en las zonas más difíciles de llegar. - No usar ningún tipo de lejía en uniformes blancos, porque contienen sustancias agresivas o toxicas que provocan irritaciones y alergias en la piel. - Escoger el programa de lavado y clasificar distinguiendo la ropa más sucia de otras menos manchadas, ajustando el lavado según el material evita deteriorar los uniformes. - El jabón líquido siempre será mejor que otros granulados, sin olvidar colocar en la lavadora los uniformes de trabajo al revés y en prendas de varios colores lavar a mano si destiñen. - Los suavizantes en exceso pueden ocasionar manchas y las temperaturas altas no favorecen la conservación del tejido, será conveniente no superar los 30 grados. La limpieza constante ayuda a mantener la vida útil de nuestro uniforme de trabajo.